Es un tratamiento combinado (de los más completos) que, tras el dermaplaning (ver dermaplaning), se realiza utilizando la técnica de microneedling. Esta consiste en un dispositivo llamado dermapen que crea microcanales en la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina. Junto con el dispositivo, se aplican activos tópicos según las necesidades de la piel, lo que permite una penetración más profunda. Tiene un efecto rejuvenecedor y aporta una gran luminosidad a la dermis.
Es ideal para ayudar a eliminar marcas de acné, reducir manchas y cicatrices, y mejorar las líneas de expresión. Mejora significativamente la calidad de la piel en general y se recomienda realizarlo una vez al mes.